jueves, 10 de mayo de 2012

Planificación pastoral




Planificación pastoral es el intento de crear condiciones favorables para este proceso de aprendizaje. Aquí se presenta un modelo que no tiene la pretensión de ser el único válido. Partimos  de un principio: si se quiere que el hombre aprenda algo, no se puede exigir de él que aprenda todo de una vez. El objetivo global de la pastoral, el desarrollo del ser cristiano, se alcanza mejor si se aborda en objetivos parciales.

La planificación se dirige, en primer lugar, al programa fundamental. En la pastoral parroquial habrá que hacer,  año tras año, lo que corresponda en cada caso: administrar los sacramentos, visitar a los enfermos, fomentar la comunidad parroquial, etc. Este programa fundamental se complementa y recibe un color especial mediante un programa con un centro de gravedad. Coloca un acento en el programa fundamental de modo que en todos los campos de la pastoral durante un tiempo determinado se persigue atentamente un objetivo parcial, con la esperanza de que de este modo los fieles desarrollen su fe mediante la adquisición de aquellas capacidades que constituyen a un cristiano.

La dirección diocesana tiende a objetivos globales, que son vinculantes en todas las parroquias. Se presupone que un objetivo común perseguido al mismo tiempo es más eficiente. La idea puede ser buena porque de arriba abajo se pueden ofrecer estímulos y ayudas que envuelvan a todas las parroquias. Pero hay que tener en cuenta los límites y peligros: por una parte, la multiplicidad de parroquias tiene situaciones diversas; por otra, los objetivos fijados desde fuera motivan difícilmente. La dirección diocesana puede estimular, ayudar y proponer, pero no dictar.
En efecto, quien planifica como agente pastoral se pregunta por los objetivos, es decir, por aquello que tiene que proporcionar a los fieles a lo largo de un dilatado proceso de maduración. Si el ser humano tiene cabeza, corazón y manos, habrá que atender esta triple vertiente o, dicho de otro modo, habrá que fomentar las capacidades y destrezas en los ámbitos del conocimiento, las actitudes y la acción.