Celebración de Jesucristo, "Sumo y Eterno Sacerdote".

Hace unos pocos minutos, seminaristas y formadores nos hemos reunido en un rato ameno y muy significativo para celebrar "el Sacerdocio Eterno de Jesucristo", manifestado en todo el ministerio ordenado, no podíamos pasar por alto este momento tan propicio para manifestar nuestras muestras de afecto y cariño para con nuestros formadores.

Reservamos un pequeño momento de la cena como el espacio "propicio" para la celebración , entre cantos y "vivas" se consumieron los minutos rápidamente, el seminarista Lucas Góngora del tercer año de teología se dirigió a nuestros formadores y a nosotros, los seminaristas presentes.

"En esta ocasión muy especial en la que celebramos la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdotes nosotros los seminaristas de este seminario mayor <<de la Inmaculada>>, queremos felicitar de modo especial y en nombre de Nuestro Señor Jesucristo (que es la cabeza, el Pastor, y el modelo de todos los sacerdotes) a nuestros amigos, los padres formadores : P. Eduardo Chávez, P. Gustavo Adolfo y P. Gerardo Amado.
Que con su entrega desinteresada, por el amor a Dios y a su reino de vida, nos enseñan, interceden por nosotros, nos corrigen y nos guían por el camino que mejor nos conviene, gracias a su experiencia sacerdotal y docilidad en su camino por el cual el Señor les ha conducido.
Gracias les damos también, en nombre de la Iglesia, por ese sí que dieron a Dios y a la vocación sacerdotal el día de su ordenación. En verdad les decimos que sin su sí a Dios y a la Iglesia, mucho bien que Dios ha realizado por ustedes y en ustedes no hubiese sido posible.
Finalmente, queremos dirigirnos a ustedes con las palabras evangélicas narradas en San Mateo capitulo 5, versículo 9 : <<Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios>> "

Luego de estas bellas palabras, nos dispusimos a saborear un delicioso trozo de pastel; ya para finalizar nuestro padre rector se dirigió a nosotros y cabe resaltar una de las frases muy importantes que nos dedicó:


"En nuestra vida, hay muchos motivos para estar tristes; pero hay muchos más motivos para estar alegres. En la vida del sacerdote hay días grises, pero nunca días tristes.".


Agradecemos a Dios padre y a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, que por la acción del Espíritu Santo suscitan corazones generosos que aceptan este llamado a vivir el Amor, por el Amor y en el Amor.

GRACIAS POR SER NUESTROS FORMADORES, GRACIAS POR SER NUESTROS AMIGOS, GRACIAS POR SER SACERDOTES!